Una de las conclusiones que parecía que se podían obtener de las pruebas de los nuevos AMD Ryzen 7000 es que requerían un buen sistema de refrigeración para permitir obtener todos su rendimiento.
Pero hoy en TechSpot han publicado una revisión muy interesante para comprobar que tal funcionaría un AMD Ryzen 5 con un disipador AMD Wraith Spire de hace cuatro años. Además, han experimentado también con el modo Eco y con el optimizador de curva de voltaje PBO2
El modo Eco limita el consumo del procesador a solo 65 watios. Es una manera de reducir el consumo y también la emisión térmica. Lo que no tenía claro es como afectaría a las prestaciones.
El optimizador de curva de voltaje PBO2 consiste en reducir el voltaje que le llega al procesador. Sería un overclocking negativo.
En ambos casos se trata de comprobar si bajando el consumo eléctrico mejoran las temperaturas y ver el impacto que eso genera en la potencia del procesador.
En las pruebas de TechSpot cuando le pusieron el disipador Wraith Spire y no tocaron nada, el Ryzen 5 7600X fue capaz de llegar al máximo de su potencia. Eso sí, alcanzando unas temperaturas de 103 grados, algo por encima de lo recomendado por AMD.
Cuando aplicaron el modo Eco, la temperatura bajo 7 grados y el rendimiento un 4%. Eso significa que con un disipador de aire de gama media o media-alta con el modo Eco el Ryzen 5 7600X podría funcionar perfectamente. Y si extrapolamos un poco, con un disipador de aire de gama media-alta funcionaría bien sin tocar nada. Y luego hay que tener en cuenta que las temperaturas máximas se consiguen tras una prueba de stress de una hora con el Cinebench al 100%. Si vemos en el artículo la temperatura en la mayoría de los juegos es mucho más baja.
Las pruebas del optimizador de la curva de voltaje PBO2 son más complicada. Aquí al tratarse de una modificación directa en la alimentación que llega al procesador dependemos de la calidad de cada micro. Y como en el caso de cualquier overclocking tenemos que comprobar la estabilidad del sistema. En la revisión de TechSpot nos indican que su micro con un subvoltaje del 30% parecía ser estable, excepto con algunas aplicaciones.
En resumen, que con un Ryzen 5 7600X si que podemos instalar un sistema de refrigeración por aire. Además, el modo Eco parece una buena opción para reducir el consumo y la temperatura sin bajar mucho las prestaciones.
Ahora a ver si algún cliente se anima y podemos probar nosotros en el taller uno de los nuevos micros de AMD, que tengo ganas de verlo cerca.