Ayer por la tarde entraba yo a la tienda tan contento. Era un día de lluvía esperaba un poco de tranquilidad para hacer algunos presupuestos, tenía también que preparar unas cosas para la campaña de Navidad.
Llego y suena el teléfono, dos llamadas de clientes con cosas gordas, interesantes, buenas ventas… de momento todo pinta bien. De repente la tienda se llena de gente, tengo que dejar las llamadas y mi socio y yo no damos abasto. Y eso que sigue lloviendo:
- Un cliente que quiere que probemos su modem de telefónica porque no le va Internet y hay que explicarle que no podemos que no tenemos telefónica.
- Varios clientes con un PC que parecía la selva amazónica por toda la vida propia que había dentro
- Otros que se habían quedado sin tinta…
Pero estaba todo dentro de la normalidad. Se vuelve a vaciar la tienda, y mi socio sale a hacer una instalación. Me quedo yo solo, retomo unos presupuestos. En eso que se abre la puerta y entra otro cliente. Me trae un PC que le vendimos nosotros hace 8 años, para formatear y el equipo todavía funciona, me llena de orgullo verlo, lento pero seguro.
El cliente me pide precio para un monitor TFT para el PC. Me doy la vuelta y tiro el cuño de la tienda por un lateral del mostrador con mi brazo y empiezan mis desgracias. Miro el PC y el monitor no da señal, pero la impresora también está apagada, la torre también…
Me agacho y veo el cuño encima del botón de apagado de la regleta. Pero resulta que la regleta también es SAI, pero al apagarlo… se ha parado todo.
Reinicio… y seguimos con la mala suerte, el fichero de artículos del programa de facturación se ha corrompido… ahora solo ocupa 12 gigas de tamaño (ya quisiera yo vender tanto). El teléfono sigue sonando, no puedo facturar, no puedo cobrar…
Al final cerramos a la ocho en punto y nada a arramangarnes y a restaurar la base de datos…
Pero mira que nos ha hecho daño un simple cuño.
12 Comentarios
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Para ser una ley de Murphy, sucede más veces de lo que se pueda suponer. Esos chismes deberían llevar sobre el botón una tapa alzable igual que los botones de los misiles. Son igual de letales.
Ah, y a ver cuando inventan el alargador que con conectarle dos alimentadores no queden cuatro bocas inutilizadas… o viceversa, cuando harán alimentadores más racionales.
¡Albricias! Gracias a tu hermano en mi visita a vuestra tienda he logrado este medio de comunicación contigo. Veo que no paras entre la ocupación CAM, la tienda y tus artículos tecnológicos… Pero busca unos minutos en compañía de Ana para escribirme algo de aquel encargo o buscar la dichosa caricatura… Saludos a la pareja. Antonio
Que es un cuño?
si que es un cuno.
Supongo que al decir cuño se refiere al típico sello de caucho que “vive” en los mostradores.
¿Un cuño es un sello? ¿En mi tienda el sello no vive en el mostrador, está alejado de las manos de los clientes, no vaya a ser que a alguno le guste y se lo lleve para sellar vete a saber que papeles en mi nombre.
El cuño es el sello de caucho, lo tenía en un lateral del mostrador, porque acabada de entrar el transporte y hay que sellarles los albaranes.
Murphy must die! 😀
¿Pero qué clase de cuño gastas que pesa lo suficiente como para apagar el interruptor de la regleta? De entintaje automático y metálico, supongo. 😀
Eso es puntería. ¡ZAS! En toda la regleta.
Comentario por Juan â?? 5-11-2008
“Ah, y a ver cuando inventan el alargador que con conectarle dos alimentadores no queden cuatro bocas inutilizadasâ?¦ o viceversa, cuando harán alimentadores más racionales.”
Ya existe una base multiple asi, en vez de alargado es un cono o una esfera poligonal.
Para muestra un boton:
http://www.core77.com/blog/images/ezgearufo.jpg
Después de esto es fácil decirlo pero yo nunca le he tenido mucha confianza a ese tipo de SAIs y más con lo que cuentas, cualquier SAI debería tener otro tipo de interruptor que no se accioné tan fácil, y con los que trabajo normalmente debes dejar durante unos segundos apretado el botón para que se apague.
Y con los de las leyes de Murphy creo que estamos de acuerdo, pero es que cuando te pasa una no suele venir sola, sino acompañada de una buena serie seguida que es los peor.