La verdad es que hace mucho tiempo que tenía ganas de escribir una entrada que me permitiese poner esta foto tan sugerente en la misma. Y mira por donde que el burofax de la mano negra me lo ha permitido.
Hoy en día, las empresas ya no pueden esconderse, ya no pueden guardar sus errores solo para ellas. Antes al contrario, deberían estar contentas de que alguien comprueba que sus procesos no son correctos y se lo avisa.
Pero estas ideas cuestan de meter en la cabeza de muchos ejecutivos, que siguen pensando que mejor matar al mensajero.
Y no ven el futuro. Y es normal que no vean el futuro, porque están dentro de su empresa negra, en un despacho sin ventanas. Con empleados a los que se les ha prohibido hablar, pensar, opinar, contradecir al gran capataz. Y claro el gran capataz luego no puede soportar que nadie diga que no lo está haciendo bien. Y en lugar de ver donde se está equivocando, de rectificar… pues no, llama a sus lacayos leguleyos para que cierren las bocas que dicen lo que no le gusta.
Frente a estas actitudes oscurantistas, no queda más remedio que dejar de trabajar con este tipo de empresas. Empresas que están tan ciegas que no son capaces de ver cual es su cliente, de entender que el cliente siempre tiene razón, de comprender que si sus procesos no son buenos, lo normal es que los critiquen. Y uno lo siente por los buenos profesionales que tratarán de trabajar en esos ambientes cegados para el pensamiento y la iniciativa, pero no hay otra solución.
Y además cuando una empresa tiene que sobrevivir en un mercado tecnológicamente avanzado como es el de la distribución de material informático, tiene que tener claro que hay muchos canales por los que recibir información de retorono. Y si los comerciales no hacen nada para contentar al cliente, pues es normal que el cliente cuenta a otros clientes lo que está pasando, para que todo el mundo sepa lo que está pasando. Es decir vendes ordenadores, sistemas para estar en internet y luego te dedicas a enviar faxes… herramientas de otras décadas. Normal.
Esperemos que las empresas transparantes vayan poco a poco iluminando con la luz de sus beneficios a las moribundas empresas negras (basta con ver como va su cotización en bolsa y su balance estos dos años) y las empresas negras o cambian, o morirán como vampiros tocados por la luz del sol de mediodía. Hoy en día, nadie puede pensar que se va a equivocar y nadie lo va a contar. Antes al revés será un problema si nadie lo cuenta. Es como el dolor, es bueno, porque avisa de que algo no funciona bien en la salud del cuerpo. Pues la critica es igual. Indica que algún proceso interno de la empresa no se desarrolla bien.
Y si además tenemos en cuenta que por fortuna podemos elegir… pues estas empresas con métodos tan antíguos, no creo que puedan sobrevivir en un mercado que busca agilidad, que busca buen trato, que busca en definitiva empresas transparentes.
Se me olvidaba, gracias a Enrique Dans, por la idea inicial y por la foto de Pam.
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Que no hombre, que no… que esto es ‘Ejpaña’, y aquí se lleva lo de ‘tú no sabes con quién estás hablando… que te hundo, ¿eh?… que yo hago así y te hundo… y no vuelves a trabajar en tu vida’…
¿Transparencia?… ¿reconocer los errores?… ¿hacer por solucionarlos?…
buff… difícil, muy difícil, sobre todo cuando el origen del problema está en los mismos interesados en mantener todo oculto, los Gestores y Jefes.
Tio, un post casi poetico, me ha encantado. Esperemos que no sea tan utópico como suena y que la realidad tienda a lo que tan bien has expresado en este post. Muy bueno sí.
Exactamente. como dice Manuel, España es diferente. Seguro que os sonará alguna de estas otras frases de jefes típicos españoles que podríamos llamar “transparencia a la española”:
– no discutas con quien te da de comer.
– tengo razón que para eso soy el que manda.
– ¿que nos quiere denunciar por estafa? tranquilo, la convenceré de que está equivocada.
– ¿Que reclama que? da igual, tú dale largas.
– Este precio no es caro, es que la competencia vende demasiado barato y se hundirán ellas solas.
– Estas equivocado, no le cobré 260 a ese cliente, le cobré 70 (y 2 compañeros jurando que vieron cobrar 260)