Os traigo un análisis de una tarjeta gráfica de gama baja, una nVidia 9400.
Esta tarjeta lleva un sistema de refrigeración pasivo, lo cual la hace una buena candidata para montar ordenadores que hagan poco ruido. No es una tarjeta para jugar a juegos modernos (pero dado su precio de unos 50 Euros, no podemos pedirle milagros) pero tiene un buen soporte para vídeo HD, así que si nos serviría para montar un HTPC con un procesador no muy potente y que busquemos el apoyo de la tarjeta de vídeo para conseguir un decodificación más suave.
Además su tamaño, aunque no llegue a ser una tarjeta de perfil bajo, nos permite montarla en cajas que no sean muy alta. Porque por ejemplo en las nVidia 8600 con refrigeración pasiva, hay muchos modelos que no nos caben en cajas no muy altas, porque les ponen unas jorobas a los disipadores pasivos que impiden su montaje.