nVidia parece que al final da su brazo a torcer. Hasta ahora si teníamos una tarjeta gráfica nVidia y queríamos disfrutar de sincronización de cuadros en el monitor debíamos comprar un monitor que soportase su estándar, el G-Sync.
Pero desde la versión 417.71 de drivers, las gráficas nVidia (eso si, modernas) soportarán el FreeSync de su rival AMD. nVidia se ha dado cuenta que había pocos monitores que soportasen G-Sync en el mercado. Lo cual era normal, puesto que nVidia les hacía instalar un chip de hardware por el cobraban, mientras que lo FreeSync eran más sencillos de implementar y no tenían coste.
El sistema G-Sync y el FreeSync lo que hacen es adecuar la velocidad de refresco de la imagen (los FPS) en el monitor de acuerdo a los que está enviando la tarjeta gráfica. De esta forma se notan menos los saltos y las desincronias cuando en escenas complejas, la gráfica baja la velocidad de fotogramas.
Ahora con este cambio de nVidia es más sencillo disfrutarlo.