¿Reparar o jubilar?

El otro día contestaba a un tweet de TecnicoInformatico que podéis leer aquí. En él decía: “Empresas con impresoras multifunción de 10 años emperrados en que sigan funcionando. Han cumplido con sus expectativas de sobra, jubiladlas”. Yo le contestaba que hace tiempo deje de discutir con los clientes que quieren mantener sistemas digitales veteranos en marcha. Si quieren reparar, se repara. Si les sale más caro a la larga… ya le dijimos. Pero esto me lleva a reflexionar una vez más sobre la dicotomía de ¿Reparar o jubilar el hardware o el software veterano?

A la hora de tomar la decisión hay que pensar los pros y los contras de cada opción. Pero sobre todo hay que tener en cuenta los factores que bloquean. Esto se aplica a la reparación donde podemos tener circunstancias que nos impidan hacerla o la inversa que nos obliguen a reparar.

Vamos a hacer una lista:

• ¿El precio de la reparación supera o es casi el mismo que el del componente nuevo?: soy poco sentimental y empiezo por el vil dinero. Esto nos pasa mucho con las impresoras de gama baja y media. Una impresora que hace 4 años costó 80 Euros y ahora hay que reparar es cuestión de pensarlo. Uno nueva igual o mejor estará por menos de 50 Euros. Salvo que más que la reparación sea algo muy a la vista y muy simple, mejor jubilar
• ¿Es fácil localizar las piezas que necesitamos para reparar? otro factor que muchas veces nos va a impedir reparar. Aquí sé que muchos me diréis que podemos conseguirlas de segunda mano, pidiendo a China… que la red es muy grande. Pero hay que ver lo que se quiere reparar y la fiabilidad del proveedor o del vendedor. Nosotros hemos tenido experiencias muy malas con piezas de segunda mano. Si la pieza no es fácil de encontrar o no la localizamos en algún proveedor de confianza, a jubilar
• ¿Hay otros componentes del aparato castigados? esto nos pasa mucho con PCs y portátiles. Si la avería no es barata y vemos otros componentes que están en el límite de su vida útil hay que tenerlo en cuenta para estudiar la reparación. Por ejemplo un portátil con la placa base rota. Pero vemos que la carcasa y la pantalla también dan señales de estar a punto de fallar. Avisamos al cliente y le indicamos que puede ser que a los pocos meses de cambiar la placa regrese porque le falla la pantalla. Me diréis que somos muy cenizos… pero nos ha pasado mucho. El motivo es sencillo: equipo que está sin usar porque falla. Ahora se necesita un PC en casa. Reparamos ese PC veterano y como nos lo han dejado a punto lo usamos muchas horas todos los días…
• La avería parece clara pero no sabemos el alcance real. Voy a ver si me explico. Equipo que no arranca. Testeamos y está roto el conector de alimentación (aquí hablamos de portátiles, móviles, tabletas, impresoras, escaners, cámaras…) Siempre preguntamos como ha sido la avería y si antes de fallar el conector fallaba el equipo. Aquí entramos en una zona gris. Nosotros si podemos dar corriente al equipo para ver si arranca aunque sea dos minutos nos quedamos tranquilos y seguimos. Ya nos ha pasado muchas veces que cambias el conector de alimentación para descubrir luego que está rota la placa, la gráfica, la pantalla. En este caso no hay respuesta clara pero hay que tenerlo en cuenta.
• ¿Hay otros componentes que dependen del que está averiado y no se pueden cambiar fácilmente? Aquí tenemos un motivo que obliga a reparar si o si. Hace unas semanas tuvimos un caso en la tienda. Equipo que se usaba para comunicarse con máquinas herramientas. Se requería un sistema operativo de hace 20 años, disquetera de 5 1/4 y puertos series y paralelos… pues al final nos salió barato pero se reparó. La máquina a la que iba conectado no se podía cambiar.
• ¿Hay datos en el sistema averiado que no podemos recuperar de otra forma? otro clásico donde si los datos son importantes nos obligará a reparar. Ejemplos que hemos tenido: PCs o NAS con discos en raid y que en otro sistema no se reconocían.
• El cliente conoce el sistema y no quiere aprender uno nuevo. Este es un factor que hay que ponderar. Me explico se le indica al cliente el coste de mantener el hardware o el sistema que ya conoce frente a aprender un nuevo sistema y que decida. Aquí hay casos de todos los colores. Y como siempre empresarios que lo tienen claro y otros que no. Yo he visto gastarse cifras de más de 5 dígitos para dejar contento al diseñador…
• El software del sistema a reparar ya no se mantiene por el fabricante. Esto nos pasa mucho con los PCs con Windows XP y Vista. Es un caso parecido al anterior. Si el cliente usa datos sensibles nosotros aconsejamos siempre jubilar.

Como podemos observar no hay nunca una respuesta clara. Pero nosotros si podemos reparar, arreglamos. Y si vemos que hay más contras en la reparación se lo decimos al cliente y que él decida.

Y como este tema da mucho juego veréis algunas entradas relacionadas con ésta.