Servidor de virtualización doméstico

Así es como el cliente nos pidió uno de los últimos PCs que hemos montado en la tienda.

El cliente quería un PC que pudiese hacer tareas de servidor, además iba a virtualizar varios sistemas operativos, teniendo como sistema base un Linux y también de vez en cuando quería hacer algunas cosas para las que le viniese bien un pelín de potencia gráfica. El equipo no tenía que hacer mucho ruido y debía ir montado en una caja Antec Nine Hundred (ésta fue la única imposición del cliente).

Le hicimos unos cuantos presupuestos y al final se quedó con el siguiente equipo: caja, la Nine Hundred, una fuente Xilencer de 600w y bajo ruido, 8 gigas de Ram a 800 mhz. dos discos de 500 gigas SATA2, dos caja aislantes del ruido y disipadoras pasivas de los discos, un Intel Quad Core 9300 y una Asus nVidia 8600 con refrigeración pasiva.

De momento nosotros montamos un Ubuntu 8.04, para probar el PC, no sé luego qué Linux se pondrá el cliente. Ahora mismo estoy esperando que venga, para preguntarle, como dice mi socio si le ponemos un disipador pasivo al micro, porque es lo único que se oye un pelín…

Aquí un foto de frente del PC. Si haceís una ampliación podreís ver en frontal la salida de las dos cajas aislantes de los discos duros. Para esta caja hemos usado unos modelos de la marca Tuniq, el modelo Sanctum. En los HTPCs cero decibelios hemos usado otras marcas, pero para esta caja, la solución de Tuniq nos parecía más elegante. Se trata de una caja de 5 1/4″ de tamaño, que lleva un aislante de goma para las vibraciones y el ruido y a la vez lleva un sistema de refrigeración y disipación del calor, para que el disco encerrado en la caja no se caliente sobremanera.

En esta imagen se puede ver el interior de la caja. Si os fijaís hay un hueco en la parte inferior y en la superio. Hay se coloca una bolsa de material de transferencia térmica que va en contaco con los alabes de aluminio que tiene en el exterior la caja y así se ayuda a la evacuación del calor del interior.

La verdad es que estas cajas reducen el ruido del disco duro a casi nada. El problema es que ocupamos todo un hueco de 5 1/4″ para colocarlos. En el caso que nos ocupa, la Nine Hundred lleva un sistema para situar los discos duros de tres en tres dentro de una especia de arcón, con un ventilador de 12cm. en la parte trasera. Al final tuvimos que desmontar uno de los arcones, sino estas cajas no nos cabían. En resumen, si tienes una caja grande y no deseas oír a tus discos duros, este sistema de Tuniq es una buena solución y además no es muy cara.

Aquí se puede observar la caja por la parte trasera ya montada en la Antec Nine Hundred.

Y ahora la misma foto pero sin zoom, se puede ver que la caja por dentro tiene una buena disposición. También observamos la tarjeta gráfica con su enorme disipador, que le permite trabajar sin necesidad de un ventilador propio.

Y si alguien me quiere preguntar el precio de esta configuración, ahora mismo estaría por los 1.000 Euros.