Este es uno de esos libros que en su momento uno quiere leer… porque es el tercero de una trilogía y el autor tardó casi 15 años en publicarlo. Pero se va quedando por ahí y nunca parece buen momento para ponerse con él. Pero por fin le llegó el turno y hace unas semanas, puede por fin terminar la trilogía de los Mundos de Joe Haldeman.
El libro, se podría leer de forma independiente al resto de la trilogía. De hecho, yo me puse a repasar los dos anteriores, pero no me habría hecho falta. Lo digo, por si alguien se anima a leerlo, pero no ha leído antes los dos que le preceden. Lo único en común es que transcurren en el mismo futuro que ya desarrolló el autor, y hay varios personajes que vuelven a aparece, sobre todo la protagonista.
La novela, narra algo muy común en la Ciencia Ficción: un viaje interestelar de una gran nave, con miles de colonos, que van a la búsqueda de un nuevo planeta donde instalarse. Pero como siempre Haldeman, aporta su visión innovadora. Así ya desde el principio, ocupa un lugar principal la organización política. Aviso de que se me puede escapar algún detalle del argumento. El autor va jugando con la protagonista y con los lectores, mientras nos descubre el sistema político que regirá en el viaje. Una de las innovaciones, es que aquí no tenemos al clásico capitán con todos los poderes… no, realmente hay un gobierno, con ministros u digamos que unos primeros ministros. Lo divertido es la manera es que hacen las elecciones. Es muy interesante leer este libro, solo por el detalle de como se organiza la sociedad futura de esta nave; y sobre todo para reflexionar si tal vez ese futuro sea el que nos espera. Lo digo por los que van proponiendo cambios políticos gracias a las nuevas tecnologías.
Luego la novela, pues tiene aventura, tiene catástrofes… normal, con una nave recorriendo millones de kilómetros por el espacio, en un viaje de casi 100 años.
El libro se lee de un tirón, además no es muy largo y no aburre en ningún momento. Lo único que me ha terminado de gustar, es el final. No tengo claro si Haldeman quería terminar con otro golpe al lector y otro motivo para pensar (los lectores y la protagonista) pues si en el principio del libro, el autor se convierte en un transgresor de la democracia, en el final, parece que ataca las creencias ateas de la protagonista. Si es así, le perdono a Haldeman el final, pero es lo único que no me encaja en el resto del libro.
En resumen, un libro que recomiendo leer. Una obra de Ciencia Ficción clásica, que usando una historia en el futuro, nos hace pensar y plantearnos nuestro presente más inmediato.