El otro día os contaba como enviamos una impresora al SAT de HP, y que ésta la remitió a su SAT de Francia, y que desde allí nos la devolvieron, porque el número de serie de la impresora no era el de la impresora que habíamos enviado.
Nos devolvieron la impresora, miramos el número de serie y era el que nosotros habíamos enviado a HP, pero no era el que constaba en la documentación que manejaban en el SAT de HP de Francia. Al final resulta que el error se produjo en el reenvío de la impresora desde el SAT de España, al SAT de Francia; un buen lío.
Una vez aclarado, volvimos a enviar la impresora, y esta vez, hay que felicitar a HP porque se tomaron la molestia de agilizar un poco el proceso, no nos cobraron nada por los portes y directamente nos enviaron una impresora completamente nueva…
Dejamos para otra entrada lo que nos encontramos cuando fuimos a llevar la impresora al cliente, pero para abrir boca, ¿qué sucede cuando te compras un programa de contabilidad, solo atendiendo a tu asesor?; imagino que lo mismo si decides cerrar los libros de contabilidad y me pides consejo a mi…
4 Comentarios
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¿El programa sólo imprime en las impresoras que vende el primo del asesor?
Un saludo,
Luis
yo apuesto a que sólo imprime en matriciales fabricadas cuando Franco hacia la mili 😛
Aunque para esos casos parece que hay soluciones no dejaría de pedir un “manda wüevos” a gritos.
Me imagino que HP habrá reaccionado a la entrada que escribiste. The power of blogs 🙂
[…] El otro día os contaba que cuando por fin HP nos resolvió el problema que teníamos con una impresora láser a color, el cliente se la llevó y no se aclaraba instalándola, así que nos pasamos por allí a ver cual era el problema. […]